Durante todo el curso hablamos en clase de la importancia de que exista un moderador del juego y de que se establezcan unas normas básicas, a las que posteriormente podemos ir añadiendo más según veamos conveniente o el juego las requiera. Además es importante que el juego sean capaces de controlarlo los propios implicados, de esta forma estamos enseñando la complejidad de esta labor y inculcamos valores de respeto hacía la misma.
Para esto en los ejercicios podemos colocar la figura de árbitro y que no todo el mundo pueda protestar sino que se nombre una persona que hable en nombre de los equipos o grupos. Así fomentaremos que sean capaces cuando llegue la ocasión de poder protestar siempre desde el respeto y de forma ordenada.
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